VII Aniversario Adoración Permanente
Domingo 8 de marzo 2015
La Parroquia de San Ginés al conmemorar los siete años de la Adoración Permanente agradece vuestra generosidad.
Jesús os llama amigos porque ha tenido ocasión de comunicaros en confidencia sus preocupaciones y alegrías que son las vuestras... Sois numerosos los que todos los días pasáis a saludarle, y muchos os detenéis largos ratos con Él.
Si sus delicias son «estar con los hijos de los hombres», comprenderéis cómo agradece vuestra presencia. Desde primera hora cuando se abre la puerta de la iglesia a las siete de la mañana, allí estáis un pequeño grupo, hasta la última hora cuando venís a despediros un grupo nunca inferior a veinte personas. Para algunos, la bendición del Señor a las once de la noche viene siendo un acto imprescindible.
Jesús en su sensibilidad, como verdadero hombre, goza al ver vuestra constancia y que ni el frío ni la oscuridad de la noche frenan vuestro deseo de despedirle con el acto de la bendición. Un canto eucarístico y otro a la Virgen van siendo ya para un buen grupo un acto importante en vuestra vida.
Siete años de Adoración no es poco: más de cuarenta mil horas. Pero al Señor le gusta comprobar vuestro empeño de seguir adelante con vuestro compromiso, y Él renueva el suyo: seguir ofreciéndonos su amor. «Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos»
(Mt. 28, 20).
La Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia en el año 1960 en el pueblo de Viñuelas, apercibió cómo Jesús se quejaba a su alma: «Yo soy todo amor y las almas no me aman»
. También en la procesión del Corpus de Guadalajara en el año 1975, cuando ella le preguntó al Señor: «¿Por qué estás en la Eucaristía de una manera tan sencilla?»
, se grabó en su alma: «Porque soy Amor y puedo, porque soy Amor y amo»
.
Queridos amigos continuemos el camino empezado y que tantos beneficios nos ha conseguido, Jesús descansa con vuestra compañía. Y María a través de su imagen junto a Jesús también sonríe agradecida.
Siempre unidos recibiendo la bendición del Señor.
Renovación de nuestro compromiso de adoradores
Señor, Tú nos dijiste: Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos
. Cumpliste y sigues cumpliendo tu promesa. De muchas maneras estás entre nosotros, pero sin duda la más tangible es tu presencia en la Eucaristía. Día y noche esperando por si alguno quiere venir a estar contigo...
Desde hace siete años nos hemos comprometido a no dejarte solo durante 16 horas todos los días en esta iglesia de San Ginés.
Hoy renovamos nuestro compromiso. Tú estás siempre en la Eucaristía; nosotros solamente unas horas. Sabemos que acompañándote aquí, en nuestra capilla, te sientes acompañado en todos los Sagrarios del mundo, donde te has quedado porque tus delicias son estar con los hijos de los hombres
...
Que sea también nuestra delicia estar contigo buenos ratos, cada uno según sus posibilidades. Acompañándote a Ti, tu Madre, la Virgen, goza también y nos sonríe agradecida... y nosotros percibimos su presencia.
¡Gracias, Señor, por haberte quedado con nosotros, damos así la posibilidad de estar contigo!