Tiempo Ordinario
Jueves, 21 de noviembre 2024
estola de color verde

LA SAGRADA ESCRITURA

San Jerónimo subrayaba la alegría y la importancia de familiarizarse con los textos bíblicos:
«¿No te parece que estás -ya aquí, en la tierra- en el reino de los cielos, cuando se vive entre estos textos, cuando se medita en ellos, cuando no se busca otra cosa?» (Ep. 53, 10).

En realidad, dialogar con Dios, con su Palabra, es en un cierto sentido presencia del Cielo, es decir, presencia de Dios. Acercarse a los textos bíblicos, sobre todo al Nuevo Testamento, es esencial para el creyente, pues «ignorar la Escritura es ignorar a Cristo». Es suya esta famosa frase, citada por el Concilio Vaticano II en la constitución «Dei Verbum» (n. 25).

Benedicto XVI presenta las enseñanzas de San Jerónimo

Lecturas de la Santa Misa del día y de cualquier fecha

Elegir un día en el calendario para ver sus Lecturas. Los Domingos y Festivos contienen un breve comentario.

Estola de color blanca
PRESENTACION DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
Jueves de la XXXIII semana del tiempo ordinario
Primera lectura
Ap 5, 1-10
El Cordero fue degollado, y con su sangre nos adquirió de toda nación
Lectura del libro del Apocalipsis.
YO, Juan, vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi a un ángel poderoso, que pregonaba en alta voz:
«¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?».
Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirarlo. Yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro y de mirarlo.
Pero uno de los ancianos me dijo:
«Deja de llorar; pues ha vencido el león de la tribu de Judá, el retoño de David, y es capaz de abrir el libro y sus siete sellos».
Y vi en medio del trono y de los cuatro vivientes, y en medio de los ancianos, a un Cordero de pie, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra. Se acercó para recibir el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono.
Cuando recibió el libro, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos.
Y cantan un cántico nuevo:
«Eres digno de recibir el libro
y de abrir sus sellos,
porque fuiste degollado, y con tu sangre
has adquirido para Dios
hombres de toda tribu,
lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinarán sobre la tierra».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 149, 1bc-2. 3-4. 5-6a y 9b (R: cf. Ap 5, 10)
R
Has hecho de nosotros para nuestro Dios
un reino de sacerdotes.
O bien:
R
Aleluya.
V
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sion por su Rey. R
V
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R
V
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R
Aleluya
Cf. Sal 94, 8a. 7d
R
Aleluya, aleluya, aleluya.
V
No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor. R
Evangelio
Lc 19, 41-44
¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
EN aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».
Palabra del Señor.
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